Rematou a trixésima edición dos Xogos Olímpicos ou
Olimpiadas do verán dos tempos modernos, que con tanta brillantez se celebraron
en Londres, e na que tiveron unha actuación moi destacada os deportistas
galegos, dentro da representación española.
O Papa Bieito XVI dixo: “Fomentar o deporte dacordo cos máis altos valores humanos, de maneira
que favoreza o sano desenrolo físico dos que o practican, e sexa así una
proposta para a formación integral de nenos e xoves”. Nesta frase podemos
resumir a mensaxe central da visión de conxunto que do deporte ten o Papa
Bieito XVI e que están tomadas dun discurso seu de fai tres anos. Foi o sábado
1 do agosto do 2009 no que recibiu a unha representación dos participantes na
campeonato do mundo de Natación, desenrolado en Roma.
O pasado 22 de
xullo, nas vesperas do inicio da Olimpiadas, o Papa Bieito XVI, dirixeu os
deportistas unhas palabras sobre o sentido humano e cristiano do deporte,
palabras que podemos resumir en forma de décalogo:
1. El deporte ofrece al mundo un espléndido espectáculo de
disciplina y de humanidad, de belleza artística y de tenaz voluntad.
2. El deporte conduce a la vitalidad de la juventud cuando
no se rechaza el cansancio de los duros entrenamientos y se aceptan
voluntariamente los no pocos sacrificios que conlleva, lo cual constituye una
importante lección de vida.
3. El deporte, practicado con pasión y vigilante sentido de
la ética, se convierte, especialmente para los jóvenes, en escuela de sano
espíritu competitivo, de formación humana y los valores espirituales, en medio
privilegiado de crecimiento personal y el contado con la sociedad.
4. El deporte permite tomar conciencia de las grandes
potencialidades con que Dios ha dotado al cuerpo humano. El deporte evoca el
salmo 8, que canta la gloria y la grandeza del ser humano. ¡Cómo no dar gracias
a Dios por haber dotado al cuerpo humano de tanta perfección, por haberlo
enriquecido de una belleza y una armonía que se pueden expresar de modos tan
diversos!
5. Las disciplinas deportivas, cada una en sus diversas
modalidades, nos ayudan a apreciar los dones que Dios nos ha dado.
6. La Iglesia sigue y atiende al deporte no solo como un fin
en sí mismo sino también como un medio, como un precioso instrumento para la
formación perfecta y equilibrada de toda persona.
7. También en la Biblia encontramos referencias al deporte
como imágenes de la vida. Por ejemplo, San Pablo lo considera como un auténtico
valor humano, lo utiliza no solo como metáfora de los altos ideales ético y
ascéticos, sino también como un medio para la formación del hombre y como
componente de su cultura y de su civilización.
8. Los deportistas son modelos para sus coetáneos y su
ejemplo puede ser determinante para el futuro la humanidad. Y ello ha de ser
vivido por los deportistas desde claves responsabilidad.
9. El mundo del deporte ha de tener en cuenta que puede
contribuir a favorecer la afirmación de los jóvenes en los valores tan
importantes como la lealtad, la perseverancia, la amistad, el compartir y la
solidaridad.
10. El deporte, gracias a la difusión que de él hacen los
medios de comunicación, ejerce un notable impacto en la opinión pública, dado
que el lenguaje del deporte es universal y congrega en especial a las nuevas
generaciones. Transmitir mensajes positivos a través del deporte contribuye,
por lo tanto, a construir un mundo más fraterno y más solidario.
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