lunes, 13 de agosto de 2012

Decálogo do deporte


  Rematou a trixésima edición dos Xogos Olímpicos ou Olimpiadas do verán dos tempos modernos, que con tanta brillantez se celebraron en Londres, e na que tiveron unha actuación moi destacada os deportistas galegos, dentro da representación española.
  O Papa Bieito XVI dixo:  “Fomentar o deporte dacordo cos máis altos valores humanos, de maneira que favoreza o sano desenrolo físico dos que o practican, e sexa así una proposta para a formación integral de nenos e xoves”. Nesta frase podemos resumir a mensaxe central da visión de conxunto que do deporte ten o Papa Bieito XVI e que están tomadas dun discurso seu de fai tres anos. Foi o sábado 1 do agosto do 2009 no que recibiu a unha representación dos participantes na campeonato do mundo de Natación, desenrolado en Roma.
  O pasado 22 de xullo, nas vesperas do inicio da Olimpiadas, o Papa Bieito XVI, dirixeu os deportistas unhas palabras sobre o sentido humano e cristiano do deporte, palabras que podemos resumir en forma de décalogo:
1. El deporte ofrece al mundo un espléndido espectáculo de disciplina y de humanidad, de belleza artística y de tenaz voluntad.
2. El deporte conduce a la vitalidad de la juventud cuando no se rechaza el cansancio de los duros entrenamientos y se aceptan voluntariamente los no pocos sacrificios que conlleva, lo cual constituye una importante lección de vida.
3. El deporte, practicado con pasión y vigilante sentido de la ética, se convierte, especialmente para los jóvenes, en escuela de sano espíritu competitivo, de formación humana y los valores espirituales, en medio privilegiado de crecimiento personal y el contado con la sociedad.
4. El deporte permite tomar conciencia de las grandes potencialidades con que Dios ha dotado al cuerpo humano. El deporte evoca el salmo 8, que canta la gloria y la grandeza del ser humano. ¡Cómo no dar gracias a Dios por haber dotado al cuerpo humano de tanta perfección, por haberlo enriquecido de una belleza y una armonía que se pueden expresar de modos tan diversos!
5. Las disciplinas deportivas, cada una en sus diversas modalidades, nos ayudan a apreciar los dones que Dios nos ha dado.
6. La Iglesia sigue y atiende al deporte no solo como un fin en sí mismo sino también como un medio, como un precioso instrumento para la formación perfecta y equilibrada de toda persona.
7. También en la Biblia encontramos referencias al deporte como imágenes de la vida. Por ejemplo, San Pablo lo considera como un auténtico valor humano, lo utiliza no solo como metáfora de los altos ideales ético y ascéticos, sino también como un medio para la formación del hombre y como componente de su cultura y de su civilización.
8. Los deportistas son modelos para sus coetáneos y su ejemplo puede ser determinante para el futuro la humanidad. Y ello ha de ser vivido por los deportistas desde claves responsabilidad.
9. El mundo del deporte ha de tener en cuenta que puede contribuir a favorecer la afirmación de los jóvenes en los valores tan importantes como la lealtad, la perseverancia, la amistad, el compartir y la solidaridad.
10. El deporte, gracias a la difusión que de él hacen los medios de comunicación, ejerce un notable impacto en la opinión pública, dado que el lenguaje del deporte es universal y congrega en especial a las nuevas generaciones. Transmitir mensajes positivos a través del deporte contribuye, por lo tanto, a construir un mundo más fraterno y más solidario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario