A Nunciatura
Apostólica en España comunicou á Conferencia Episcopal Española (CEE) ás 12
horas do martes, día 10 de decembro, a Santa Se fixo público que o Papa
Francisco nomeou Bispo Auxiliar da Archiodecese de Santiago de Compostela o
sacerdote Jesús Fernández González, asinandolle a sede titular de Rotdon.
Jesús
Fernández González naceu en Selga de Ordás (León) o 15 de
setembro de 1955. Cursou estudos no Seminario menor e maior de León. Foi
ordenado sacerdote o 29 de xuño de 1980. Posteriormente obtivo a Licenciatura en
Filosofía pola Universidade Pontificia de Salamanca (1990-1992). Entre os
anos 2000 e 2001 realizou os cursos de Doutorado en Filosofía.
Dedicacións pastorais e
académicas na diocese de León. Foi párroco
de Senra de Omaña (1980-1982); formador e profesor no Seminario Menor San
Isidoro (1982-1987); reitor deste Seminario (1987-1990); de novo formador,
profesor e director espiritual do Seminario Menor (1992-1997); profesor do
Centro Superior de Estudos Teolóxicos (1992- ) profesor do Instituto Superior
de Ciencias Relixiosas (2001-2013); párroco de Cuadros e Valsemana (1997-2003);
formador no Seminario Maior San Froilán (1997-2003); Vicario episcopal de
Pastoral e do Clero (2003-2010). Dende o 1 de setembro de 2010 é o Vicario
Xeral da Diocese de León e está encargado tamén da atención ao clero.
Tarefas extradiocesanas. Pertence ao Equipo de Asesores de Vicarios Xerais e
de Pastoral da Comisión Episcopal de Pastoral. Tamén imparte Retiros,
Exercicios espirituais e Charlas na Formación permanente do Clero de distintas
dioceses españolas.
Publicacións. É autor do libro "Vivir da eucaristía: As
Celebracións Dominicais en ausencia de Presbítero" (PPC, Madrid 2012).
Tamén escribiu e publicado artigos relacionados coa filosofía, a pastoral e a
espiritualidade sacerdotal.
Dedicacións pastorais especiais. Foi director do xornal diocesano Igrexa en León. Acompañou
espiritualmente Pascuas xuvenís e campamentos. Dende hai unha quincena de anos
é capelán do equipo de fútbol Cultural e Deportiva Leonesa S.A.D. onde tamén
xogou na súa idade nova.
Carta de Jesús Fernández al
arzobispo de Santiago
Muy estimado en el Señor:
Hecha pública mi designación como Obispo Auxiliar de esa querida
Archidiócesis de Santiago de Compostela por su santidad el Papa Francisco,
quiero hacer llegar a Vd. y, a través suyo, a toda la Comunidad diocesana, un
saludo lleno de afecto fraterno. Al mismo tiempo, pongo mi persona a su entera
disposición para la edificación de la Iglesia y el servicio del Pueblo de Dios.
Conocedor de mis limitaciones y de la grandeza de la tarea a la
que soy llamado, desde el momento en que conocí por boca del Sr. Nuncio de Su
Santidad en España la elección, no he podido reprimir los sentimientos de
sorpresa e inquietud. Por supuesto, tampoco han faltado a la cita las dudas.
Pero el que se fió de mí (cfr. 1 Tim 1,12), no dejará de sostenerme y la
oración y el apoyo suyo y del resto de los hermanos, de acompañarme.
Quiero manifestar mi cercanía fraterna especialmente a su persona,
a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los seminaristas, a los
miembros de los movimientos y asociaciones, y a todos los fieles laicos en
general. Me siento también muy cerca de todos aquellos que están sufriendo el
paro, la soledad, la marginación, la pobreza, la violencia, la enfermedad, el
eclipse de Dios.
Termina una etapa importante de mi vida. Ahora, sin haberlo soñado
ni pretendido por mi parte, el Señor y su Iglesia me piden que inicie una
nueva. Leonés, amante de mi tierra, de su cultura y de sus gentes, si me lo
permiten, aprenderé a su lado a vivir como un gallego adoptivo. Será un honor.
Teniendo ante mí la figura de Cristo que, despojándose de sí mismo, tomó la
condición de esclavo (cfr. Flp 2,7), y el icono de S. Pablo que se hizo todo
con todos por servir (cfr. 1 Cor 9,22-23), también yo, miembro de una Iglesia
sin fronteras, quiero hacerme uno más para anunciar en ese rincón de Galicia la
Buena Noticia del Evangelio.
Pongo mi futuro ministerio en
las manos de María y del Apóstol Santiago. Al mismo tiempo, me encomiendo a sus
oraciones y a las de todos los diocesanos para poder ser un pastor fiel según
el corazón y los deseos de Dios.